La salud de la piel también depende del aporte nutricional y vitamínico. Sin embargo, las repercusiones de las deficiencias vitamínicas crónicas a menudo son mal percibidas por los propietarios.
VITAMINAS Y SALUD PIEL ANIMAL
Veamos qué vitaminas juegan un papel en la salud de la piel de nuestros animales.
La vitamina A interviene en la queratinización, la producción de sebo y la seborrea, en sinergia con el zinc. El gato solo puede usar la forma animal de vitamina A.
Advertencia, los excesos de vitamina A son los responsables de la espondiloartritis anquilosante: el uso de aceite de hígado de bacalao como fuente de omega 3 es demasiado rico en vitamina A.
Por ahora, la investigación sobre la vitamina D no ha dado sus frutos en cuanto a sus efectos sobre la piel; el sol no permite la síntesis de vitamina D en gatos o perros, por lo que es adecuado utilizar la forma animal.
La vitamina E tiene actividad antioxidante; no suele haber carencias nutricionales, pero un aporte adicional mejora la calidad de la piel.
La necesidad de vitamina E debe estar ligada al contenido de ácidos grasos poliinsaturados en la dieta: cuanto más hay, más vitamina E debe haber.
Las vitaminas del grupo B desempeñan un papel de coenzima para algunas enzimas celulares y están involucradas en el metabolismo de los ácidos grasos esenciales.
Son suplidos por la nutrición y la flora digestiva y las carencias son excepcionales.
La deficiencia de vitamina B2 (riboflavina) puede provocar xerosis de la piel y queilitis.
La deficiencia de vitamina B3 (niacina o vitamina PP), provocada por una dieta pobre en nutrientes de origen animal, provoca una dermatitis pruriginosa acompañada de úlceras de las mucosas.
La vitamina B5 colabora con la vitamina B3 en la síntesis de los lípidos cutáneos y limita la deshidratación de la epidermis.
La vitamina B8 (biotina o vitamina H) es deficiente en animales alimentados con claras de huevo crudas, y su deficiencia causa eritema, alopecia facial, piel escamosa, leucotriquia, pelaje opaco y quebradizo y descamación.