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Hiperapego secundario en perros: qué hacer para tratar los síntomas

El hiperapego secundario en el perro le permite al animal compensar la incapacidad de integrar la información proveniente de su entorno socio-ecológico, utilizando un vínculo particular y tranquilizador con un sujeto de apego.

Esta incapacidad puede ser adquirida en caso de cambios repentinos y traumáticos en el contexto de vida, o innata y ligada a un trastorno del desarrollo del filtro sensorial.

SÍNTOMAS SECUNDARIOS DE HIPERAPRECIÓN

Patrick Pageat asocia esta condición con el trastorno depresivo crónico. De hecho, el hiperapego secundario da lugar a manifestaciones de ansiedad: destrucción de muebles, vocalizaciones, eliminación inadecuada (micciones y defecaciones emocionales), manifestaciones neurovegetativas como disorexia, trastornos del sueño con una progresión paradójica del sueño, desarrollo de rituales, en ausencia o en presencia del sujeto de apego en un perro adulto.

Por lo tanto, no son generados por la separación en sí, sino por la incapacidad de integrar la información ambiental sin la ayuda del sujeto de apego.

Si bien el apego excesivo puede ocurrirle a cualquiera, es interesante notar que las mujeres están sobrerrepresentadas.

LOS MOTIVOS DE LA VISITA

Los principales motivos de visita a un veterinario conductista asociado al hiperapego secundario son manifestaciones de angustia expresadas en ausencia del sujeto del apego y síntomas de ansiedad (vocalizaciones y destrucciones mencionadas en el 35% y 30% de los casos).

Se recomienda encarecidamente la derivación a un conductista veterinario . El tratamiento no debe basarse en un desprendimiento demasiado temprano, a riesgo de acentuar la ansiedad del animal y otros síntomas de hiperapego como destrucción de muebles, vocalizaciones, eliminación inadecuada, disorexia, trastornos del sueño, desarrollo ritual.