Tener un perro que tiene eliminaciones inapropiadas, o el llamado “perro sucio”, es una situación mucho más frecuente de lo que piensas .
Para el dueño, un animal cuestionable en términos de limpieza representa un fracaso que puede llevar a alterar la relación dueño-perro hasta un deterioro general de las condiciones de vida del sujeto.
La vergüenza de no haber logrado educar a su perro no es fácil de expresar por parte del dueño quien debe sentirse tranquilizado por una figura profesional capaz de intuir el malestar y brindarle las enseñanzas indispensables para poder cuidar adecuadamente a su mascota.
Veamos juntos las cinco reglas para recordar :
- El manejo de los casos de eliminación inapropiada requiere una intervención inmediata a través de la ayuda del veterinario que tenga las habilidades para entender si hay causas orgánicas o conductuales en el origen del problema , enfocando la atención en las condiciones de vida del sujeto y en el malestar. del propietario que ha manifestado su voluntad de ser ayudado.
- En la mayoría de los casos, se trata de dolencias relacionadas con la mala educación : podrían haberse evitado con un simple y juicioso asesoramiento brindado en el proceso de adopción.
- La mayoría de los perros pueden decidir de forma independiente y correcta dónde ensuciar. Pero cuando esto no ocurre, las causas deben buscarse en la combinación de anomalías funcionales y psiquiátricas que dificultan el aprendizaje y provocan reacciones no deseadas.
- Siguiendo reglas sencillas, el perro puede comportarse correctamente a partir de los tres meses: una edad en la que aún no es capaz de contenerse y posponer sus «necesidades». Es necesario enseñar al cachorro cuándo, dónde y sobre qué tipo de material tiene que hacer sus necesidades. Su educación se basa en el refuerzo positivo, es decir, recompensas por comportamientos adecuados. Cada vez que se ensucie en el lugar correcto debe ser recompensado de inmediato y las primeras veces es bueno premiarlo con comida.
- Cuando el veterinario sospecha de una formación incorrecta, sabe que debe emprender un proceso con el propietario interviniendo inicialmente de forma gradual, evaluando los resultados durante un tiempo preestablecido, por ejemplo proponiendo una nueva recompensa y modificando correctamente los métodos con los que se le ofrece al perro.