El período de socialización del perro con otras especies va desde la tercera hasta la duodécima semana de vida. A partir del final de la cuarta semana, la adquisición del autocontrol se produce cuando, durante el juego entre cachorros, la madre o un adulto bloquea el comportamiento excesivo de los cachorros, inmovilizándolos.
La inhibición de la mordida se adquiere a las ocho semanas de edad y debe ser mantenida por los nuevos propietarios.
Este último tiene un papel fundamental en el correcto desarrollo del perro: si el cachorro no tiene contacto con otros perros, no puede aprender los códigos de ambas especies.
Si no se adquiere la inhibición de la mordida, es probable que el perro se mueva en exceso, sea demasiado reactivo y muerda hasta que le duela.
Socialización canina: ¿por qué es importante?
Se deben mantener contactos frecuentes y agradables incluso más tarde para mantener la calidad de las relaciones.
La falta de socialización con humanos o el fracaso en mantener la socialización conduce a actitudes de negación de contacto o agresión.
Por eso se recomienda encarecidamente la asistencia de diferentes personas , ama la de los perros adultos, desde la edad más temprana.
Durante la pubertad, el perro entra en el agarre y busca su posición. Si los puntos de referencia jerárquicos son claros y la comunicación es coherente, esta inserción se produce sin problemas.
En este período el cachorro, al convertirse en adulto, puede cuestionar o reclamar una determinada cantidad de privilegios, que pueden o no serle otorgados.
Cualquier comunicación ambigua sobre el tema puede ser la causa de un comportamiento agresivo.
Una visita antes de la pubertad de un veterinario especialista en medicina del comportamiento ayuda a prevenir este riesgo.