El diagnóstico de mastocitoma, que inicialmente puede ser de tipo citológico, requiere posteriormente la «estadificación» de la propia patología , mediante la realización de análisis de laboratorio y una ecografía, para comprender su extensión en el organismo del perro.
Extirpación quirúrgica de mastocitoma en perros , ¿sí o no?
La posible terapia, en muchos casos, depende del sitio de aparición del mastocitoma, ya que el veterinario deberá evaluar si existe la posibilidad de extirpación quirúrgica.
Este último requiere, de hecho, amplios márgenes operatorios (al menos dos cm) para no dejar mastocitos neoplásicos remanentes en los márgenes de resección.
Si esto no es posible, por ejemplo cuando los nódulos son múltiples y no completamente removibles o el tumor ya ha hecho metástasis, también es necesario seguir la extirpación con radioterapia o quimioterapia.
¿Quimioterapia o radioterapia?
La radioterapia en los tumores de mastocitos se usa generalmente para «esterilizar» los márgenes y eliminar las células neoplásicas residuales, pero se usa con menos frecuencia.
El mastocitoma canino responde bien a la quimioterapia y la más utilizada es a base de alcaloides de la vinca (vinblastina) a intervalos de 1 a 3 semanas que se asocia con cortisona. Desafortunadamente, con el tiempo, su uso conduce al establecimiento de fenómenos de resistencia a los medicamentos que los hacen ineficaces.
El uso de estos fármacos quimioterápicos debe ser supervisado cuidadosamente por el veterinario mediante la realización de análisis de laboratorio que destaquen cualquier efecto secundario como, por ejemplo, la disminución de glóbulos blancos o rojos.
Terapias innovadoras contra el mastocitoma
Entre las terapias veterinarias más innovadoras de los últimos tiempos, encontramos un fármaco a base de tigilanol tiglate que actúa localmente y se inyecta directamente en la masa. Debe usarse para el tratamiento de tumores de mastocitos cutáneos o subcutáneos no removibles y no metastásicos ubicados en o debajo del codo o el corvejón.
Este tratamiento determina una verdadera «colicuación» de la neoplasia con la formación de una herida del tamaño de la masa a la que seguirá, con el tiempo, la regeneración tisular.
En conclusión
Las opciones terapéuticas que tenemos disponibles, si nuestro perro tiene un mastocitoma, son numerosas y siempre es necesario afrontar esta elección con la ayuda de un Médico Veterinario que pueda ayudarnos a entender cuál es la terapia más adecuada para nuestro animal y para el tipo de tumor de mastocitos que tenga.