El cáncer de mama en perros es el tumor maligno de la mama con mayor incidencia en las hembras, mientras que es muy raro en los machos. La edad media de presentación en la perra es de unos 10 años.
Es una neoplasia hormonodependiente y la esterilización precoz reduce mucho su incidencia.
Cáncer de mama en perros: ¿cómo se ve?
Por lo general, se observan uno o más bultos indoloros en la glándula mamaria en ausencia de otros síntomas.
Muy a menudo, a medida que avanza la enfermedad, se vuelven infiltrantes y pueden ulcerarse.
Como en todas las neoplasias, es importante estadificar clínicamente la enfermedad mediante visita clínica, exámenes de laboratorio, ecografía abdominal y radiografía de tórax.
La TC es el diagnóstico por imagen más adecuado para la búsqueda de metástasis.
El examen histológico nos dice el tipo de neoplasia y el grado de malignidad
Siempre es necesario comprobar si hay un ganglio agrandado que drena la pieza y si estos son más grandes de lo normal, se debe realizar una aspiración con aguja fina (para tomar algunas células) para detectar células neoplásicas metastásicas.
El examen histológico posterior a la extirpación nos dirá exactamente el tipo de neoplasia y el grado de malignidad.
Los carcinomas, de hecho, en la mayoría de los casos, metastatizan por vía linfática a los ganglios linfáticos regionales ya través del torrente sanguíneo a los pulmones.
Terapia del cáncer de mama
El tratamiento principal es quirúrgico con extirpación del tejido neoplásico, seguido de quimioterapia cuando hay evidencia de invasión linfática y metástasis.
Algunos estudios han destacado la eficacia de los fármacos antiinflamatorios no esteroideos en asociación con la quimioterapia intravenosa.
Como muchas patologías neoplásicas, el cáncer de mama también es una enfermedad compleja que el veterinario debe manejar en su totalidad evaluando las especificidades de cada paciente.