En el perro, la aparición de un tumor del intestino es bastante rara (< 10% de todas las neoplasias).
Esto no sucede en humanos donde la formación de tumores es bastante frecuente (especialmente en el colon).
Síntomas del cáncer intestinal en perros
En perros, se ha observado una predisposición a las neoplasias intestinales en los machos , siendo la edad media de aparición de unos 9-10 años.
El linfoma es la neoplasia intestinal canina más común y representa del 5 al 7% de todos los linfomas caninos .
El linfoma puede estar asociado con una forma multicéntrica difusa o involucrar solo el tracto gastrointestinal.
El adenocarcinoma es el segundo tumor más común en perros.
Suele localizarse en el intestino delgado, colon y recto.
Puede ser pedunculada o anular, lo que determina una restricción de la luz intestinal.
Entre los síntomas más frecuentes del cáncer intestinal en perros se encuentran: pérdida de peso, anorexia, malabsorción, diarrea y/o vómitos intermitentes.
Diagnóstico de neoplasia intestinal
Los análisis hematológicos realizados por el veterinario pueden mostrar anemia por sangrado del tubo digestivo, disminución del número de plaquetas, aumento de glóbulos blancos e hipoproteinemia.
En algunos casos, especialmente en pequeños animales, se puede palpar un crecimiento abdominal.
Las radiografías pueden mostrar una masa abdominal con gas o heces en los intestinos.
También puede haber un enlentecimiento del tránsito intestinal y ulceración de la mucosa intestinal.
Si comienza la peritonitis, se producen acumulaciones de líquido en el abdomen (ascitis).
La ecografía le permite identificar masas y cualquier ganglio linfático agrandado y le permite realizar una aspiración con aguja de la masa.
Sin embargo, el examen histológico es necesario para el diagnóstico definitivo de un tumor .
Pronóstico y tratamiento del cáncer intestinal en perros
Si el cáncer de intestino es un linfoma , si hay lesiones únicas aisladas , se pueden tratar con extirpación mediante cirugía y quimioterapia posterior.
Las lesiones múltiples o metastásicas se pueden tratar con quimioterapia sola.
Desafortunadamente, los tiempos de supervivencia, tanto con cirugía como con quimioterapia sola, son cortos.
En el caso del adenocarcinoma , las metástasis suelen afectar a los ganglios linfáticos ilíacos y meséricos, al hígado, al bazo, a los riñones y también a los órganos torácicos.
La diseminación metastásica al peritoneo causa carcinomatosis, con el consiguiente derrame abdominal y empeoramiento del pronóstico.
El tiempo de supervivencia promedio después de la cirugía es de aproximadamente 10 meses e incluso más corto si hay metástasis presentes.
El diagnóstico y tratamiento de las neoplasias intestinales requieren la visita de un oncólogo veterinario especializado , quien podrá indicar el camino más adecuado a seguir.