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Adenoma de la glándula circumanal en perros: síntomas y tratamiento

El adenoma de la glándula circumanal (pd hepatoide o perianal) es una neoplasia benigna y es el tumor perineal más común en perros .

Los perros mayores generalmente se ven afectados, particularmente entre las edades de 8 y 13 años, aunque los perros más jóvenes también pueden desarrollar la neoplasia.

Los machos se ven más afectados que las hembras

Las razas con mayor riesgo son los huskies siberianos, los samoyedos y los braccos alemanes de pelo duro. Se indica una marcada predisposición relacionada con el sexo, con una mayor incidencia en machos intactos (44% de los casos) y menor en hembras intactas (7% de los casos).

El adenoma de la glándula circumanal en el 90% de los casos se localiza alrededor del esfínter anal del perro

Esta neoplasia surge generalmente (en alrededor del 90% de los casos) alrededor del esfínter anal , mientras que rara vez en la parte dorsal de la cola (5%) y el área prepucial (2%). Los crecimientos varían de unos pocos milímetros a unos pocos centímetros y, a menudo, pueden ulcerarse.

Ante la presencia de nódulos en la región circumanal, es necesario llevar inmediatamente al perro a su médico veterinario de confianza , quien es el único capaz de definir el protocolo diagnóstico y terapéutico adecuado.

El veterinario podrá proceder a la recogida de toda la información relativa al perro en cuestión y las lesiones que se hayan presentado (anamnesis) y con una visita clínica precisa; si lo estima conveniente, puede realizar un muestreo de células de estas lesiones, mediante el uso de una simple aguja de jeringa, para luego ser estudiadas al microscopio (examen citológico), a fin de confirmar un diagnóstico de neoplasia, que luego debe confirmarse histológicamente.

Escisión quirúrgica si el adenoma de la glándula circumanal en perros es grande

Una vez confirmado el diagnóstico de adenoma, puede recomendarse la retirada del estímulo hormonal mediante castración , lo que puede permitir la reducción de tamaño, facilitando su eventual extracción.

Además, en algunos casos, para tumores pequeños, la extirpación de los testículos podría evitar tener que intervenir quirúrgicamente el tumor.

La recurrencia es rara después de la castración y posterior extirpación quirúrgica de la masa.

Esterilización farmacológica, una alternativa a la cirugía

Como alternativa a la castración quirúrgica, se pueden utilizar métodos de esterilización farmacológica , que implican la reducción de la concentración de testosterona en sangre y por tanto la estimulación de las glándulas hepatoides.

Entre estos métodos alternativos, el más utilizado es sin duda la aplicación subcutánea de implantes de liberación lenta que contienen una sustancia llamada deslorelina.

Estos implantes ahora son ampliamente aceptados como una alternativa a la esterilización quirúrgica en perros machos. De hecho, son capaces de inducir una esterilidad temporal cuyo efecto persiste durante unos seis meses, con posibilidad, en caso necesario, de repetición posterior.

Además, esta alternativa podría ser sumamente válida en algunas ocasiones, como, por ejemplo, en aquellas situaciones en las que la anestesia (necesaria para proceder a la castración quirúrgica) esté contraindicada por la edad demasiado avanzada del sujeto o la presencia concomitante de otros trastornos graves. enfermedades.

De forma similar a lo dicho para la castración quirúrgica, el uso del implante podría ser útil para disminuir el tamaño de la masa y facilitar su extirpación, limitando las posibles complicaciones posquirúrgicas.

En lesiones pequeñas, puede ser suficiente mantener la enfermedad bajo control sin recurrir a la cirugía.

No obstante, será tu Médico Veterinario de confianza quien decidirá en cada momento cuál será el procedimiento más correcto, para salvaguardar al máximo la salud de tu querido perro.

Editado por: Dr. Alessandro Troisi