Educar al perro para que no «ensucie» en casa es una de las prerrogativas de los dueños. La edad a la que más comúnmente se adopta un cachorro es de ocho a diez semanas y a esta edad son muy frecuentes sus necesidades de «ensuciar».
No podemos esperar no tener «accidentes» en casa cuando un cachorro es tan pequeño (no es capaz de controlar sus esfínteres), pero es importante iniciar de inmediato una correcta educación para que adquiera la capacidad de ensuciar en el lugar adecuado. y, al mismo tiempo, el dueño también aprende a educar al perro.
Por otro lado, cuando no se da una correcta educación en higiene doméstica, puede ocurrir que ya de adultos no hayamos aprendido a ensuciar en el lugar correcto.
¿CÓMO EDUCAR AL PERRO? AQUÍ HAY ALGUNOS CONSEJOS
Existen algunos trucos sencillos que pueden ayudar a los cachorros , y en algunos casos incluso a los adultos, a comprender cuál es el lugar correcto para ensuciarse; los más importantes se enumeran a continuación:
• programe un plan de alimentación regular para que pueda controlar cuándo su cachorro podrá hacer sus necesidades. La última comida se debe realizar unas 4 horas antes de irse a dormir y (salvo problemas de salud) se debe retirar el agua durante la noche.
• Saque al perro/cachorro afuera después de cada comida o siesta y después de que haya jugado . Dejarle una relativa libertad de movimiento, dentro de la zona que hayas elegido (el jardín o fuera de la casa en general), le permitirá alejarse un poco de ti y olisquear para encontrar su rincón favorito.
• Recompense al perro/cachorro con un «bien hecho» cuando se haya ensuciado en el lugar correcto. Sin embargo, tenga cuidado de no decir «bravo» con voz emocionada y/o tan pronto como comience a ensuciarse, porque podría interrumpir, pero espere a que termine. Recuerde que el estiércol siempre debe recogerse cuando se suelta en la calle o en los parques.
• Cuando el cachorro acaba de ensuciar el exterior, puede tener libre acceso a la casa , pero siempre bajo la supervisión de una persona. En otros periodos será bueno tenerlo en un lugar confinado, sobre todo si hace mucho tiempo que no se ensucia o si acaba de comer o jugar.
• Si el perro/cachorro se ensucia en la casa, límpielo a fondo con un detergente común. No se recomienda el uso de amoníaco y/o lejía ya que podrían arreglar el olor a orina y en consecuencia estimular al perro a volver a ensuciar el mismo lugar.
• Evite castigar al perro/cachorro si ha ensuciado la casa, a menos que sea sorprendido en el acto. Los castigos posteriores no sirven para nada excepto para asustar al perro.
• No castigues físicamente a tu amigo de cuatro patas y sobre todo nunca metas su hocico en la orina.
• Si se ve al perro/cachorro tirando basura será importante decir un rotundo NO. Si es posible, si acaba de comenzar, debe ser recogido y llevado.
• Tenga mucho cuidado de no castigar a un perro, ni siquiera con un simple regaño, si aún no ha tenido la oportunidad de premiarlo porque se ha ensuciado en el lugar correcto. El primer aprendizaje que debe adquirir es dónde ensuciarse y no dónde no.
El riesgo es que, si es castigado, comprenda que no debe ensuciar frente a sus dueños; de esta forma podrías encontrarte en la situación de un perro/cachorro que no se ensucia en un paseo porque tiene miedo de ser castigado y espera a llegar a casa y ensuciarse mientras el dueño no lo mira.
• Trate de prevenir accidentes al nunca dejar a su cachorro desatendido y libre para vagar por la casa. Cuando no sea posible controlarlo, se puede dejar en un área restringida. Si observa signos que expresan la necesidad de ensuciarse (olfatear el suelo y dar vueltas en círculos), debe recogerlo de inmediato y llevarlo afuera.
• Evite el uso de pañales para perros : el perro/cachorro podría desarrollar una preferencia por ese tipo de sustrato y luego ensuciar las alfombras. Use el periódico solo dentro del espacio confinado y no rocíe la casa con periódicos: es importante que el cachorro comprenda de inmediato que la casa NO ES el lugar donde se ensucia.
Sin embargo, debe recordarse que cada cachorro es un individuo en sí mismo , con sus propias peculiaridades de comportamiento, respecto de las cuales siempre es bueno remitir de vez en cuando , para más consejos/aclaraciones, a su Médico Veterinario de confianza , quien siempre representa la figura de referencia no solo en cuanto a la salud de nuestro amigo animal, sino también en el aprendizaje de la educación del perro.