El síndrome braquicefálico o síndrome obstructivo de las vías respiratorias superiores (BAOS, Brachycephalic Airway Obstructive Syndrome) es una condición patológica que afecta principalmente a perros braquicefálicos pertenecientes a las razas Pug , Bulldog Inglés, Bouledogue francés, Boston terrier, Pequinés, Cavalier King Charles spaniel, Shar -pei y Shih -tzu, pero también Boxer, Chow-chow y Bullmastiff. Algunas razas de gatos, como el persa y el himalayo, también pueden verse afectadas.
Las razas de perros braquicéfalos se caracterizan por un crecimiento anormal de la cabeza debido a un desarrollo limitado de los huesos que forman la base del cráneo. También presentan un aumento normal de la longitud de la mandíbula por delante de la mandíbula que es más corta. De ello se deduce que los tejidos blandos, que crecen normalmente, se encuentran comprimidos en un espacio más pequeño de lo normal.
Estos cambios son el resultado del cierre temprano de la placa de crecimiento en la base del cráneo , lo que resulta en un eje longitudinal menos desarrollado. La cabeza tiene un desarrollo sustancialmente normal en anchura, pero no en longitud, mientras que los tejidos blandos no se reducen en proporción al esqueleto óseo que los contiene.
Esta condición provoca una serie de anomalías de todo el tracto respiratorio superior caracterizadas por el desarrollo de numerosas restricciones que dificultan el paso del aire en las vías respiratorias, con la consiguiente manifestación de signos clínicos.
BAOS se debe a la excesiva selección por razas braquicefálicas, que ha privilegiado el aspecto estético sobre el funcional lo que ha llevado a una exaltación cada vez más marcada de los caracteres de estas razas. Los perros braquicéfalos suelen presentarse en estadios muy jóvenes en las instalaciones veterinarias debido a problemas derivados de dificultades respiratorias.
Las alteraciones en las razas braquicéfalas
En este síndrome conviene diferenciar las alteraciones que lo componen en primarias y secundarias.
Los cambios primarios incluyen estenosis de las fosas nasales (estrechamiento de la abertura nasal), cámaras nasales estenóticas, paladar blando alargado e hipertrófico, hipoplasia traqueal.
Las alteraciones secundarias incluyen eversión de los sáculos (o ventrículos) laríngeos, hipertrofia amigdalina, hipertrofia laríngea y colapso laríngeo.
Estos pueden ocurrir simultáneamente, en varias asociaciones, o individualmente en un mismo sujeto y se pueden observar diferentes grados de severidad.
El difícil paso del aire a través de estructuras anatómicas estrechas y comprimidas provoca un mayor esfuerzo inspiratorio que genera un aumento de la presión inspiratoria negativa. Inicialmente, el síndrome solo puede causar un simple proceso inflamatorio de los tejidos perilaríngeos, pero, en una etapa más avanzada, puede evolucionar hacia un empeoramiento de los síntomas respiratorios, con el desarrollo de alteraciones secundarias.
En sujetos braquicéfalos también se observan trastornos gastrointestinales (incluyendo esofagitis, hernia hiatal, estenosis pilórica y desviación esofágica), con una alta prevalencia regurgitación ).
En las razas no braquicefálicas , canino y felino, la aparición del síndrome es menos frecuente , aunque pueden verse afectados por las alteraciones patológicas individuales que lo componen, desarrollando un cuadro clínico habitualmente menos grave.
Síntomas del síndrome braquicefálico
El cuadro clínico suele manifestarse con mayor intensidad en los períodos más calurosos y bochornosos y cuando el animal es sometido a un esfuerzo físico, a veces incluso de leve o moderado grado.
La sintomatología de los sujetos afectados por BAOS se caracteriza por estridor y estertor (ronquido respiratorio), aumento de los esfuerzos respiratorios, respiración frecuente y boca abierta, posibles problemas para tragar, cianosis (color azulado de las mucosas aparentes) de diversos grados.
Con el avance de la edad los síntomas pueden empeorar con posibles apneas durante el sueño (debido a la relajación de los tejidos blandos que puede dar lugar a verdaderas apneas), insuficiencia cardiocirculatoria, crisis lipotímicas (desmayos repentinos por mala oxigenación del cerebro).
La sintomatología se hace más evidente con el transcurso del ejercicio físico, la excitación, el estrés, el aumento de la temperatura y la humedad ambiental : situaciones todas en las que el animal presenta polipnea, que acentúa la dificultad para expulsar el aire.
El aumento de peso, frecuente entre estos sujetos obligados al sedentarismo, también empeora la capacidad respiratoria y agrava los síntomas clínicos.
Las personas afectadas por el síndrome braquicefálico pueden pasar muy rápidamente de un estado de dificultad respiratoria subclínica, que los propietarios suelen considerar normal, a episodios graves de disnea.
¿Como comportarse?
Por lo tanto, es recomendable llevar a su mascota a un veterinario de confianza de manera temprana, especialmente si se presentan signos clínicos potencialmente atribuibles al síndrome.
Con un diagnóstico y tratamiento tempranos, es posible limitar el desarrollo de cambios más serios.
La tarea del Médico Veterinario será visitar al paciente para verificar su estado clínico, luego recomendar las investigaciones diagnósticas adecuadas para identificar el síndrome y definir sus características, así como, si está indicado, tratar las alteraciones encontradas de forma conservadora o quirúrgica .