Cuando se trata de reproducción canina, el punto de partida para evaluar un sujeto de este tipo es el estado general de salud: edad y raza, peso, tipo de alimentación, condiciones físicas y vacunas realizadas.
Reproducción canina: qué evaluar
Carrera
Al informar, primero es necesario evaluar la raza para determinar la edad de la pubertad: 18-24 meses para razas grandes; Unos 8 meses de edad en tamaño pequeño.
Edad
La edad de la perra es fundamental para evaluar la evolución de los ciclos reproductivos.
Antes de centrar la atención en el aparato reproductor, es importante excluir patologías observando al animal en su estado general de salud: patologías presentes y previas, intervenciones quirúrgicas, profilaxis sanitaria realizada, higiene ambiental con atención por tanto al manejo del perro en el finca y al comportamiento individual y con los demás.
Todos los factores que pueden crear trastornos del ciclo reproductivo.
En cuanto a la hembra , después de haber analizado la edad y la raza del animal, que son fundamentales para descartar que el sujeto sea prepuberal (antes de los 24 meses), es fundamental conocer la etapa del ciclo, la fecha de inicio del proestro, el detección de estro, postura durante la micción.
Es necesario profundizar en el conocimiento de los ciclos estrales previos: verificar los métodos de detección de celo y cualquier seguimiento de estro ya que la hembra en cuestión puede haber tenido ciclos poco evidentes.
Las manifestaciones de la infertilidad en las hembras pueden ser muy diversas: el sujeto puede negarse a aparearse o puede tener celo irregular persistente o, por el contrario, anestro persistente que se considera primario si no aparece después de los 24 meses de edad; antes de este umbral de edad el animal podría ser prepuberal y por tanto la valoración de la edad del sujeto es fundamental.
En el macho se evalúa la fecha de la última monta, la frecuencia de monta, las pruebas del semen y el número de crías en fecundaciones anteriores.
Es fundamental observar las manifestaciones conductuales relacionadas con el estrés o el miedo y la falta de socialización.
En primer lugar, la visita clínica debe evaluar el estado de salud general del sujeto y si existe rechazo al apareamiento por estados dolorosos debido a lesiones en los órganos genitales o áreas adyacentes o patologías que afectan el sistema reproductivo o por niveles reducidos de testosterona.
Entre las causas que no involucran directamente el sistema reproductivo en las crías se encuentran la inexperiencia, la falta de socialización, condiciones de estrés o miedo y es fundamental evaluar el manejo de la crianza si hay más sujetos involucrados.