Algunas plantas son tóxicas para los perros , o más bien son consideradas potencialmente «tóxicas», ya que contienen en todas sus partes o sólo en algunos componentes (hojas, raíces, semillas, bayas, bulbos, tallos, frutos) sustancias particulares, que pueden ser causa dolencias leves, graves o incluso mortales.
Una ventaja notable para los propietarios es que el perro no es un herbívoro y que, en cualquier caso, masticar no es necesariamente sinónimo de ingerir.
En cualquier caso, no debemos olvidar algunos aspectos fundamentales: los factores predisponentes, como la edad (los cachorros corren más riesgo ), las desviaciones de comportamiento ( pica ) y la considerable toxicidad de algunas plantas como la adelfa y el muérdago.
La ingestión de plantas tóxicas puede causar síntomas muy variables : cutáneos y/u orales, gastrointestinales (como vómitos y/o diarrea), circulatorios, renales e incluso nerviosos.
Principales plantas tóxicas para perros
- Cyclamen (especialmente la raíz);
- Estrella de Navidad;
- Dieffenbachia (especialmente para gatos);
- Muérdago;
- bayas de acebo;
- cebolla y todo el ajo;
- Semillas contenidas en el corazón de Cereza, Melocotón, Almendra, Manzana y Albaricoque;
- Azalea (hojas y néctar);
- jazmín, tejo, saúco, adelfa y glicina (planta entera);
- hiedra inglesa (hojas y frutos);
- patata (tubérculos inmaduros);
- Ortiga;
- Bulbos de tulipán);
- Prímula (hojas y tallos).
¿Qué hacer?
La gravedad de la intoxicación puede verse influida por varios factores : cantidad ingerida, peso, edad (más grave en cachorros y animales mayores) y tiempo de permanencia sin intervención.
Siempre es recomendable no esperar a que aparezcan los síntomas, sino contactar de inmediato con su veterinario de confianza antes de realizar intervenciones «británicas» que puedan estar contraindicadas o sean perjudiciales.