Son muchos los síntomas que podemos encontrar en un perro estresado. Algunas están relacionadas con la esfera conductual como:
- nerviosismo;
- inquietud;
- temblores;
- jadeo excesivo o constante;
- rigidez muscular;
- reacciones excesivas a los estímulos;
- daño a los objetos;
- expresiones vocales exageradas;
- evacuaciones anormales;
- hiper e hiposexualidad o irregularidad del ciclo sexual.
Otros síntomas están relacionados con el tracto gastrointestinal como diarrea o vómitos; problemas de ingesta de alimentos como anorexia y disorexia, bulimia, pica y coprofagia. No olvides los problemas dermatológicos como la presencia de pelaje sin brillo, caspa, alopecia, eczemas y picores.
También son frecuentes síntomas como estereotipos o agresiones intra o interespecíficas. Al respecto, uno de los temas más estudiados respecto al vínculo entre dieta y comportamiento es la relación entre el aporte proteico de la dieta, su composición en aminoácidos y la agresividad en perros .
Perro estresado: ¿qué se puede hacer con la nutrición?
La agresión es un comportamiento que puede causar serios problemas en la relación perro-dueño y que además puede representar un verdadero problema de salud pública.
Existen diferentes formas de agresión en los perros , cada una de las cuales tiene distintas manifestaciones, causas y objetivos; entre las formas sobre las que parece tener mayor eficacia el uso de ciertas precauciones nutricionales se encuentran la agresión territorial y la agresión por dominancia.
El vínculo entre comportamiento y nutrición quizás no sea muy intuitivo, pero sí muy estrecho.
Diversos estudios y evidencias científicas reportan cómo el uso de una dieta equilibrada e integrada podría ser una ayuda válida para el tratamiento de los trastornos del comportamiento en perros, permitiendo reducir la farmacoterapia u obtener mejores resultados en menor tiempo.