Uno de los problemas oftalmológicos más frecuentes en perros y gatos es el llamado “ojo rojo” , síntoma frecuente de la conjuntivitis.
La definición de ojo rojo proviene del aspecto que adquiere el ojo cuando pierde su color característico para adquirir un rojo más o menos intenso.
Conjuntivitis, la causa más común de ojos rojos en perros
La causa más común de ojos rojos, tanto en perros como en gatos, es la conjuntivitis .
Este término se refiere a la inflamación de la conjuntiva , una membrana transparente que cubre la parte interna de los párpados y la esclerótica (la parte blanca del ojo).
Las causas de la inflamación conjuntival pueden ser muchas:
- temperatura de la casa demasiado alta, lo que conduce a la sequedad de la superficie del ojo (conjuntivitis evaporativa);
- condiciones climáticas caracterizadas por vientos fuertes o sol abrasador (conjuntivitis por exposición);
- poca producción de lágrimas (conjuntivitis sicca);
- sobrecrecimiento de bacterias (conjuntivitis bacteriana);
- virus (conjuntivitis viral);
- presencia de cuerpos extraños .
Otras causas de enrojecimiento de ojos en perros y gatos
Incluso la úlcera corneal , si no se trata, puede provocar enrojecimiento del ojo y el área que lo rodea.
Una úlcera corneal es una herida en la córnea (parte transparente del ojo), que en ocasiones puede causar mucho picor y empujar a nuestros amigos animales (especialmente los perros) a rascarse compulsivamente.
Entre las otras causas del enrojecimiento de los ojos, las menos preocupantes son las alergias estacionales .
En algunos casos, el ojo rojo se puede atribuir a enfermedades oculares más graves, como la uveítis , que consiste en una inflamación de la úvea, es decir, la parte coloreada del ojo.
O el glaucoma , una grave afección caracterizada por un fuerte aumento de la presión intraocular (dada por la presión del líquido del interior del ojo) que provoca graves alteraciones en la retina.
Ojo rojo: qué hacer y qué evitar
Dadas las numerosas causas, algunas incluso de especial gravedad, que pueden ser la base del enrojecimiento de uno o ambos ojos de nuestros amigos animales, cada vez que observemos esta alteración debemos acudir siempre a nuestro Médico Veterinario de confianza.
Él podrá manejar la condición, estableciendo la terapia más adecuada.
Sin embargo, si por toda una serie de motivos no tienes la posibilidad de acudir inmediatamente al Veterinario, hay que tener en cuenta dos aspectos fundamentales:
- Evite el uso de productos a menudo presentes en el hogar , como toallitas limpiadoras o gotas para los ojos (especialmente si son a base de antibióticos y están registrados para uso humano). Pero también evita aplicar compresas/infusiones , ya que esto podría agravar el enrojecimiento o desorientar el diagnóstico;
- evitar que nuestro amigo se rasque , empeorando la situación. Para ello, se puede aplicar un “ Elizabeth collar ”, el tan odiado embudo blanco que recuerda al collar de encaje de la soberana inglesa la reina Isabel I de Inglaterra, o una de sus variantes blandas, menos voluminosas y menos inoportunas . De esta forma evitaremos que nuestro perro o gato se frote los ojos con las patas o frote el hocico con alfombras, cojines, etc., evitando daños mayores.