Entre los alimentos que administramos a nuestro perro a diario puede haber muchos más peligros de los que piensas. De hecho, la intoxicación alimentaria representa un riesgo que no debe subestimarse.
La intoxicación alimentaria se puede definir como todas aquellas patologías de carácter infeccioso y/o tóxico, que se producen tras la ingestión de alimentos contaminados por microorganismos o por toxinas producidas por estos últimos.
Si en las intoxicaciones los síntomas surgen por acción directa de la toxina, en las intoxicaciones tóxicas son causados por la multiplicación activa de las bacterias ingeridas y por su actividad metabólica.
De hecho, el envenenamiento requiere tiempos bastante largos para manifestarse (unas 12 horas) a diferencia del envenenamiento (tiempos de incubación de unas 4 horas).
Esto se debe a que, en una intoxicación alimentaria, la bacteria tendrá que multiplicarse en el organismo del perro venciendo sus defensas mientras que, en una intoxicación, se produce la ingestión de una toxina ya formada y ya activa en el momento de la ingesta.
Intoxicación alimentaria: ¿cuáles son las fuentes de los peligros?
Los microorganismos que causan intoxicación alimentaria pueden contaminar los alimentos durante los múltiples pasos de la preparación industrial de alimentos.
Los productos que contienen carne ya pueden contaminarse durante el sacrificio, la preparación, el transporte o el almacenamiento del alimento.
Las principales fuentes de contaminación de los productos cárnicos y también de otros alimentos en general son el medio ambiente, la piel y el tracto gastrointestinal del animal , pero es importante recordar que cualquier alimento de origen animal representa un sustrato ideal para el desarrollo de muchas bacterias.
La intensidad del desarrollo, pues, variará en relación con el tipo de bacteria que contamina el alimento, el pH, la humedad, la temperatura o en relación con la presencia o ausencia de proteínas y oxígeno.
La intoxicación alimentaria es un riesgo que no debe subestimarse: siempre que sospeche que su perro ha ingerido algo anormal o peligroso, es importante acudir de inmediato a su médico veterinario de confianza .