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El perro hiperactivo: ¿cómo manejarlo? ¡Aquí hay algunos consejos!

Para fomentar y mejorar el autocontrol de un cachorro y manejar a un perro hiperactivo en el día a día, es posible comenzar dando algunos consejos al dueño .

En el caso de un cachorro , es posible reproducir las secuencias de detención implementadas por la madre: el dueño puede intentar comportarse como una madre perra que castiga a los cachorros -cuyo comportamiento es excesivo- inmovilizándolos.

Cuando el cachorro se enoja, cuando su actividad se vuelve desordenada y sin rumbo, el dueño debe detenerlo tomando al animal en la mano.

El objetivo es conseguir una relajación real del cachorro con unos segundos de calma, y ​​luego soltarlo . Un aspecto importante es intervenir lo antes posible, en cuanto el cachorro empiece a excitarse, pero esta intervención debe hacerse en silencio y sin mirar al cachorro, para recuperar su calma.

Los dueños no deben enfadarse ni enfadarse , aunque el cachorro no se calme enseguida, sobre todo las primeras veces. Sin embargo, en el caso de animales más grandes o mayores, esta maniobra puede ser riesgosa y debe planificarse de acuerdo con las habilidades de los dueños.

El dueño también debe intervenir para evitar que el perro muerda . Cuando juegues con tu cachorro, si los mordiscos se vuelven dolorosos, debes gritar claramente «¡ay!» y, si el cachorro no modera su actividad, dejar de jugar.

Por último, es útil proponer actividades regladas : realizar ejercicios cortos, fáciles de realizar («ven, siéntate», etc.) y que finalicen positivamente: se premia al dueño porque el cachorro le ha escuchado y se premia al perro con una merienda o una caricia.

Para los juegos de perros hiperactivos, es preferible elegir objetos masticables resistentes , que se dejarán al cachorro de forma permanente; además, es necesario planificar reservarle un lugar donde pueda aislarse y relajarse.

MANEJO DE UN PERRO ADULTO HIPERACTIVO

Para un perro adulto, la observación en la clínica es fundamental, porque permite analizar la comunicación entre el animal y sus dueños, para poder darles los consejos adecuados, empezando por el de evitar la escalada.

Ante los ladridos y la agitación del perro, el dueño suele enfadarse, gritar y gesticular. Desafortunadamente, esta reacción no es productiva , al contrario, puede reforzar comportamientos indeseables o incluso desencadenar secuencias de agresión por parte del perro.

En la sala de espera del veterinario o fuera de casa, es interesante sugerir que el propietario realice algunas acciones, probando las reacciones:

  1. habla bajito , bajito;
  2. ignorar al perro (no hablarle, no mirarlo y no tocarlo) y «hacer el árbol» (permanecer inmóvil con los brazos a lo largo del cuerpo);
  3. dejarlo temporalmente a un lado , sin el nerviosismo de los humanos.

También debes enseñarle a premiar a su perro. Los perros muy hiperactivos suelen ser «hipercastigados» cuando son los responsables de la destrucción o eliminación inapropiada, y la relación con el dueño se deteriora.

Recuerda que se aprende mejor con un premio que con un castigo ; ¡pero necesita saber qué recompensar, cuándo y cómo!

Puede ser útil sugerir:

  1. trabajar la atención y la motivación : antes de dar órdenes, lo primero que hay que hacer es llamar la atención del perro hiperactivo, porque si unos están excesivamente atentos, otros tienen déficit de atención y les cuesta concentrarse;
  2. ejercicios de obediencia que requieren concentración: ven, siéntate, siéntate sin moverte, etc;
  3. felicitar al perro hiperactivo : el estímulo debe darse con una voz alegre, sin gestos bruscos ni caricias vigorosas que puedan desencadenar la excitación del animal;
  4. recompensar rápidamente : para evitar premiar un «sentarse» cuando el perro ya ha comenzado a saltar de nuevo.

En cualquier caso, cuando la hiperactividad del perro se vuelve difícil de manejar o no puedes hacerlo, siempre es útil y recomendable contactar a un veterinario conductista para una consulta.