Cuando hablamos de educación del cachorro nos referimos a un proceso natural y sencillo en el que se explota la tendencia del perro a seguir las normas y la de los cachorros a respetar las indicaciones de los adultos.
El perro es un animal social y como tal está predispuesto a seguir reglas que permitan la convivencia armoniosa del grupo.
Educar a un cachorro es como educar a un niño , requiere coherencia y asiduo respeto por unas sencillas pero imprescindibles indicaciones de sentido común.
Los perros adultos «groseros» generalmente han recibido señales confusas y volubles de sus dueños, por lo que han creado una educación «personal» que no siempre coincide con la deseada por el dueño.
LA EDUCACIÓN DEL CACHORRO SE BASA EN EL REFUERZO POSITIVO
Los secretos para educar de la mejor manera a un perro se pueden resumir en una regla fundamental : saber relacionarse con el perro, ser su guía y punto de referencia. No inhibiendo, no castigando, pero indicando lo que es más funcional.
Los errores, vistos así, son recursos, permiten al joven experimentar y al adulto de referencia «tomarle la mano» y devolverlo al buen camino.
A menudo, el enfoque de los dueños se dirige únicamente a la inhibición : todo lo que haces es decirle al perro lo que no quieres; en la práctica, es una interacción negativa continua, compuesta por amenazas y castigos que, a la larga, se vuelve frustrante para el perro y potencialmente dañina para la relación perro-propietario.
La educación del cachorro debe comenzar el día de la adopción y debe ir encaminada a reforzar los comportamientos correctos y sobre todo a facilitarlos, es decir, ayudar al cachorro a ponerlos en práctica y al mismo tiempo reducir el riesgo de error (que en todo caso serán ).
Por ejemplo, todos los cachorros muerden objetos, roban zapatos y buscan cosas con las que jugar: ¿por qué insistir en regañar al cachorro cuando toma uno de nuestros objetos cuando sería tan fácil darle muchos juguetes propios (y rotar continuamente) para que no tenga que buscar juguetes nuevos? ¿Por qué no simplemente evitar dejar objetos interesantes a su alcance? Si el cachorro nunca tiene la oportunidad de robarle un zapato a su dueño y prefiere tener muchas de sus cosas para masticar, ¡no aprenderá cómo hacerlo!