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Dermatitis canina: síntomas, diagnóstico y tratamiento

Por dermatitis atópica en perros entendemos una enfermedad alérgica crónica, de carácter pruriginoso, atribuible a una predisposición a desarrollar una reacción alérgica frente a alérgenos ambientales, como los ácaros del polvo doméstico (Dermatophagoides farinae y Dermatophagoides pteronyssinus) y el polen, en particular las malas hierbas ( parietaria, ortiga, juncia, ambrosía, artemisa, etc. ), pero también algunos árboles (cipreses, olivos, avellanos, abedules, robles, etc. ) y hierbas silvestres (ryegrass, malas hierbas , etc. ); estos alérgenos, dado su tamaño muy pequeño, pueden penetrar en el organismo tanto por inhalación como a través de la piel.

La dermatitis atópica es una de las dermatopatías más frecuentes en perros; incluso si algunas razas se reportan como más predispuestas (terriers en particular, pero también dálmatas, setters ingleses, setters irlandeses, golden retrievers, labradores, boxers, schnauzers, springer spaniels, shar-pei, shi-tzu, etc. ) , puede resultado afectó a cualquier sujeto, incluidos los mestizos, sin diferencia alguna en relación al sexo.

La enfermedad se manifiesta en la gran mayoría de los casos entre el 1º y el 3º año de vida, aunque aún puede presentarse más tarde.

Según las características del alérgeno, la dermatitis atópica puede manifestarse estacionalmente (polen) o durante todo el año (ácaros del polvo, etc. ); además, los alérgenos considerados anuales pueden sufrir variaciones cuantitativas estacionales (por ejemplo, los ácaros del polvo tienden a disminuir cuando las casas están más ventiladas, como en primavera-verano).

LA SINTOMATOLOGIA

A diferencia de lo que ocurre en los humanos, donde los síntomas son mayoritariamente a nivel respiratorio (rinitis, asma), en la dermatitis atópica del perro los alérgenos ambientales, penetrados por inhalación y/o vía percutánea, inducen alteraciones sobre todo en el sistema tegumentario.

El síntoma principal es el picor, que se manifiesta al rascarse, frotarse, lamerse o morderse.

En correspondencia con algunas zonas de la superficie corporal (generalmente representadas por el hocico, cara interna de las aurículas, regiones axilares e inguinales y partes distales de las cuatro extremidades), la piel aparece enrojecida (eritematosa) y el cabello tiende a caerse ( alopecia).

Tras rascarse/frotarse/lamerse/masticarse repetidamente y la posibilidad de que las zonas cutáneas afectadas sean posteriormente colonizadas por microorganismos, como bacterias y/o levaduras, también pueden aparecer otras lesiones en diferentes combinaciones, como pápulas, pústulas, costras y seborrea ( oleosidad de la piel), mientras que con la cronicidad del proceso la piel puede engrosarse e hiperpigmentarse.

EL CUADRO CLÍNICO

Este cuadro clínico de la dermatitis atópica en perros no es en absoluto característico, ya que también puede darse en el curso de otras numerosas enfermedades, por lo que solo el Médico Veterinario de confianza puede poner en práctica el procedimiento diagnóstico adecuado para llegar al diagnóstico definitivo . dermatitis atópica.

Una vez diagnosticada la enfermedad, también se pueden realizar pruebas de alergia, cuya única finalidad es comprobar a qué alérgenos es hipersensible el sujeto atópico.

Además, la posibilidad de identificar los alérgenos responsables del estado atópico es importante para poder, si es posible, eliminarlos del entorno del animal o, en su defecto, someter al sujeto a inmunoterapia.

Dado que la primera condición es difícil de lograr, debe señalarse de inmediato que el recurso a tales pruebas tiene sentido solo si el propietario ya está suficientemente orientado para considerar la posibilidad de la inmunoterapia; de lo contrario, al tener que referirse únicamente a la terapia sintomática, la identificación de los alérgenos en cuestión pierde sentido.

Las pruebas de alergia pueden realizarse tanto en el animal, mediante la inoculación intradérmica de pequeñas cantidades de los distintos alérgenos, como en sangre, midiendo los anticuerpos específicos frente a los distintos alérgenos.

TERAPIA PARA LA DERMATITIS ATÓPICA EN PERROS

Desde un punto de vista terapéutico, cabe recalcar que la dermatitis atópica en perros es una enfermedad de la que nunca se puede hablar de recuperación, sino únicamente de manejo clínico, que solo puede llevarse a cabo apoyándose en un Médico Veterinario de confianza.

Como se mencionó, la solución ideal sería claramente eliminar permanentemente del medio ambiente el (los) alérgeno (s) responsable (s) de la condición atópica.

Cuando esto no es posible, como sucede en la mayoría de los casos, existen dos opciones para el manejo del paciente atópico: terapia sintomática o inmunoterapia.

La terapia sintomática se basa en fármacos sistémicos capaces de controlar la inflamación y el prurito; actualmente existen numerosas opciones en el mercado (glucocorticoides, ciclosporina, oclacitinib, lokivetmab, etc. ), respecto de las cuales el Médico Veterinario podrá elegir en cada momento la más adecuada para el tema en cuestión.

La inmunoterapia, también denominada terapia desensibilizante, consiste en inyectar por vía subcutánea dosis repetidas de los alérgenos responsables (identificados con pruebas de alergia), intentando desensibilizar al animal frente a dichos alérgenos y por tanto determinar una mejoría clínica o, si es posible, una remisión sintomática persistente.