Saltar al contenido

Trastornos dermatológicos y nutrición: ¿cuáles son los vínculos en las mascotas?

La nutrición y la dermatología son dos grandes polos en el ejercicio de la profesión, cuya conexión es intuitiva. Por tanto, es recomendable «pensar en la alimentación» ante un pelaje sin brillo, piel escamosa, hiperqueratosis, picores crónicos, otitis crónicas o pioderma recidivante.

La piel es un órgano de gran tamaño (1 m² para un perro de 35 kg), el primer indicador de salud, cuyas necesidades dependen de la ingesta nutricional.

Las causas de los trastornos dermatológicos.

Sin embargo, las repercusiones dermatológicas de la escasez crónica de alimentos a menudo son mal percibidas por los propietarios.

Cuatro de los seis grupos de nutrientes están involucrados en dermatología.

Si los hidratos de carbono no tienen ningún papel en el metabolismo de la piel, los estudios realizados sobre la microbiota y las fibras (prebióticos) tienden a demostrar su implicación en la salud de la piel.

Proteínas y aminoácidos

El cabello tiene un 90 % de proteína y puede representar hasta el 35 % de los requisitos de aminoácidos en perros con pelaje grueso.

Los aminoácidos esenciales (10 en perros, 11 en gatos) deben suministrarse todos los días y las necesidades deben reevaluarse de acuerdo con cambios en el estado fisiológico o enfermedades debilitantes crónicas.

El porcentaje de proteína indicado en el envase no es garantía de calidad con respecto a los aminoácidos esenciales.

La cisteína y la metionina son aminoácidos esenciales azufrados indispensables para la elaboración de la queratina, y son aportados por una dieta rica en proteínas animales.

Las tendencias actuales que modifican fuertemente la composición de algunas dietas podrían hacer reaparecer dolencias olvidadas.

Los aminoácidos aromáticos, tirosina y fenilalanina, intervienen en el color y pigmentación del pelaje, en asociación con el cobre.

Por ejemplo, su deficiencia es responsable del enrojecimiento del pelaje en Terranova.

La glutamina y la arginina promueven la cicatrización de heridas y, a menudo, se incluyen en los alimentos para convalecientes posoperatorios.

Todos los aminoácidos pueden suministrarse con alimentos, lo cual es preferible; sin embargo, también pueden constituir complementos alimenticios.

Lípidos esenciales y ácidos grasos

Los ácidos grasos de la familia omega 6 (precursor: ácido linoleico) y omega 3 (precursor: ácido alfa-linolénico o ALA) se dice que son esenciales porque los carnívoros no pueden sintetizarlos: por lo tanto, deben encontrarlos en su dieta.

El aporte directo de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (AA, EPA, DHA, etc.) es en ocasiones indispensable, especialmente en determinados estados fisiológicos, y como complemento de la terapéutica cutánea.

Además, ambas familias están en competencia porque su síntesis involucra las mismas enzimas: si una familia está sobrerrepresentada, utilizará estas enzimas a expensas de la otra.

los minerales

Los minerales participan en el crecimiento y cicatrización de la epidermis, y todos ellos están más o menos relacionados.

El calcio retarda la absorción de otros minerales, especialmente el zinc.

Además, el zinc se bloquea en presencia de una gran cantidad de salvado (cereales).

Por tanto, un alimento demasiado rico en calcio (muchos huesos o canales o alimentos de mala calidad) y en cereales ralentiza mucho la absorción del zinc.

Las lesiones cutáneas asociadas con las deficiencias de zinc se localizan en los orificios y los dedos.

Asimismo, sin carencia alguna, algunos trastornos dermatológicos responden a la administración de zinc.

La deficiencia de cobre, junto con una deficiencia de aminoácidos aromáticos, provoca una capa roja.

El hierro está implicado en la síntesis de colágeno: los trastornos de la piel se encuentran con los alimentos vegetarianos, ya que el hierro vegetal se absorbe mucho menos que el hierro animal.

El yodo entra en el metabolismo de la glándula tiroides; sin embargo, hoy en día la escasez es rara.